Una Agradable Sorpresa

—La verdad es que es algo extraño para mí. Pero confieso que he visto porno trans por internet. Nunca pensé que me encontraría en esta situación, y mucho menos sabría que hacer.

—Uf. Me quitas un peso de encima. Así que te gusta el porno trans ¿eh?

—Una cosa es pajearme con el, y otra es tener a una trans delante.

—Siempre hay una primera vez, dejame ayudarte con ello. Espero que no te lleves una decepción.

Elena se quitó de encima mio y nos sentamos uno junto al otro, ella a mi derecha.

—No pierdas ojo —dijo mientras se quitaba las braguitas—. ¿Te la esperabas así?

Tenía una buena polla todo hay que decirlo. Aun ahora seguía sin comprender cómo podía ocultar todo aquello. Enseguida empezó a masajearla lentamente con su mano derecha, mientras que con la izquierda, hacía lo mismo con la mía.

—No se que decir… Ahh... —solté un gemido.

—No hace falta decir nada. Tan solo disfrutar y no preocuparte por etiquetas. Sé que te ponen las tías, no hay mas que ver como te ha puesto Nati. Pero está claro que tienes mas de un tipo. La vida no es blanco o negro. así que dejate llevar—. Continuó masajeando ambas pollas hasta que me dijo—. Anímate, haz lo mismo que yo.

Entonces me cogió la mano y se la puso en su pene. Y empezó a subirla y bajarla.

—Mmm. Me gusta —dijo—. Si te ayuda a distraerte te dejo que me comas las tetas.

No veía por qué no. Le empecé a chupar el pezón izquierdo. A darle besos y mordiscos mientras ella guiaba mi mano en su pene.

Ahhh... Sigue así... Pero esta vez tú solo. —Y diciendo esto, quitó su mano sobre la mía.—.

Con el ritmo marcado previamente y sin una pausa, me vi pajeándola mientras le comía una teta.

Así... Lo haces muy bien... Ohh...

Soltó un gemido. No pensaba muy claramente lo que hacía la verdad, pero por lo visto a ella le estaba gustando. Así que seguí. Me di cuenta al poco rato de que su pene estaba creciendo tanto, que me costaba hacer todo el recorrido. Y ademas se había puesto como una roca. Así que por inercia, apreté un poco mas y aumenté el ritmo. Ella aún seguía pajeándome, pero lo hacía erráticamente, y algunas veces paraba por momentos y suspiraba mas fuerte.